22 marzo / Día mundial del agua

El lema en 2012 es AGUA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA, por lo que nos parece pertinente compartir un fragmento del artículo ALIMENTOS Y AGUA PARA TODOS, publicado en el libro de reciente aparición “Las reflexiones de Aguaxaca: Repensar el Agua”.

(…)

Los defensores de la visión neoliberal dan la espalda al verdadero origen de la condición actual y recomiendan más de lo mismo: libre comercio, inversiones privadas, fertilizantes y, de modo insistente, abrir las fronteras a los transgénicos. Un artículo de The Economist, el semanario liberal británico, atribuye la crisis a “la pérdida de vigor de la revolución verde”. Afirma que el éxito de este programa hizo que disminuyera la investigación y la infraestructura. Por supuesto no menciona que la revolución verde implicó para los países del Tercer Mundo una gran dependencia tecnológica y económica, un excesivo gasto de agua, aparición de nuevas plagas, deterioro de los suelos y desaparición de técnicas locales, ni tampoco el negociazo que ha sido para las empresas comercializadoras de granos –encabezadas por Cargill– que con la venia del gobierno acapararon en México 60 por ciento de la cosecha de maíz otoño-invierno. Cargill, por sí sola, obtuvo durante los tres primeros meses de 2008 beneficios 86 por ciento mayores que durante el mismo periodo del año pasado.

Lo cierto es que ahora hay más hambre en el mundo de la que había hace unos años, al punto de que ya ha habido saqueos y robo de cereales en campos, bodegas y tiendas; caos, pillaje e incendios, pero la causa de esa hambre no es la falta de comida, sino que millones de personas no pueden comprarla. El monopolio de la industria alimentaria mundial hace que el hambre de muchos sea la riqueza de pocos y que la comida funcione como un instrumento de presión imperial: los productos agrícolas son una de las principales mercancías de exportación de Estados Unidos.

Y si el volumen de la cosecha de granos en 2007 alcanzó un récord mundial, ¿cuáles son entonces las razones de que se hayan elevado los precios? Luis Hernández Navarro señala que dentro de la crisis general del modelo de producción agropecuario, altamente dependiente del petróleo –suben los precios, suben los costos de producción– y basado en la lógica de las ventajas comparativas y el libre comercio, el alza se debe a la confluencia de cinco factores: utilización de granos básicos para hacer agrocombustibles, incremento de los precios de los insumos, efectos del calentamiento global en la agricultura, cambios en el patrón de consumo alimentario y especulación en la bolsa de valores.

El problema no es –todavía– la falta de alimentos, sino que la población mundial consume directamente apenas la mitad de los granos que se cosechan; el resto es alimento para vacas y coches. Ha aumentado el consumo de carne de res, pero para producir 1 kg. de carne en pie se necesitan 8 kg. de cereales. Por otro lado, no hay en el mundo suficiente tierra agrícola para producir simultáneamente granos para la alimentación humana y para “dar de comer” a los coches y, contrario a lo que se afirma, los transgénicos no pueden resolver esta crisis, más bien la agravarían.

La solución en realidad está en manos de 450 millones de pequeños productores a los que por todos los medios se ha tratado de expulsar de sus parcelas y que son quienes están en riesgo de hambruna. Tres cuartas partes de los pobres del mundo sobreviven de la agricultura y 95 por ciento de los campesinos viven en países pobres. También hay que impulsar políticas públicas que defiendan la soberanía alimentaria de las naciones. Hoy más que nunca la agricultura debe estar fuera de la OMC.


El agua en la agricultura

La producción agropecuaria enfrenta además la creciente escasez de agua. Oficialmente la agricultura es la industria más sedienta del planeta; consume un asombroso 72 por ciento de toda el agua dulce del mundo, en momentos en que 80 por ciento del agua disponible está siendo sobreexplotada. Esto no ha sido siempre así. Tradicionalmente los cultivos se restringían a las áreas más adecuadas: en las regiones con poca humedad se cultivaban especies con tolerancia a la sequía y en las zonas húmedas las que requerían agua abundante. A lo largo de la segunda mitad del siglo pasado, el comercio global condujo a la producción de granos en el mundo entero, sobre todo cultivos intensivos de cereales –principalmente trigo, maíz y arroz. Estos cereales sedientos representan ahora más de la mitad de las calorías basadas en plantas que se consumen en el mundo y 85 por ciento del total de la producción de granos.

Las modificaciones climáticas representan dificultades adicionales para la producción de alimentos, ya que las lluvias se están volviendo impredecibles y demasiado variables. En estas circunstancias se hace determinante el control y uso eficiente del agua, porque su disponibilidad determina el éxito o fracaso de un cultivo. La agricultura de temporal es la más directamente afectada por los patrones erráticos del clima, pero su dependencia de las lluvias puede aminorarse mediante la recolección y almacenamiento de agua, además de la agricultura orgánica.

Los cultivos orgánicos son una alternativa para los pequeños productores. El énfasis que ponen en la salud de los suelos hace que se eviten muchos de los problemas propios de los sistemas intensivos, como la compactación, la erosión, la salinización y la degradación. Al aplicar abonos orgánicos y coberturas verdes se obtiene un proceso conocido como mineralización, que significa que los minerales se fijan al suelo. Esta materia orgánica mineralizada –ausente de los fertilizantes sintéticos– es uno de los ingredientes esenciales que se requieren para mantener el agua en los terrenos.

Otro tema básico en la producción agropecuaria es el riego. Parte del éxito de la revolución verde fue expandir notablemente la superficie de cultivos de riego, lo que implicó que durante la segunda mitad del siglo XX el consumo de agua se cuadruplicara debido al aumento en la extracción del líquido de ríos, lagos  y mantos freáticos. En esos tiempos a nadie le importaba un uso eficiente del agua y se desperdiciaba escandalosamente. Actualmente se hace mucho énfasis en que si se mejora la distribución y eficiencia del riego puede solucionarse el problema que significa la escasez de agua para estos fines, sin embargo, el concepto de eficiencia debe precisarse, ya que algunos lo entienden como la capacidad de no permitir que se desperdicie ni una gota de agua y no hay que perder de vista que parte del agua que se “pierde” en la producción agrícola vuelve a estar disponible para usarse en las partes bajas de las cuencas y las “pérdidas” por infiltración profunda recargan los acuíferos con agua que puede utilizarse nuevamente.

La manera más efectiva de asegurar un ahorro real de agua es reducir las pérdidas por evaporación; esto se consigue con riego por goteo y riego por aspersión. También evitando que se evapore a la atmósfera el agua de depósitos abiertos o suelos húmedos, o que fluya o escurra a suelos salinos o contaminados, desde donde ya no puede utilizarse.

Los campesinos que tienen pozos cuentan con mejores condiciones que quienes dependen del temporal o de los turnos de riego, pero esta opción entraña un alto riesgo: la sobreexplotación del agua subterránea, con el consiguiente descenso en sus niveles y el agotamiento de la reservas de agua potable. Este es un asunto en el que no hay que dejar de insistir, porque la extracción de agua subterránea no está suficientemente controlada y regulada. Aunque para que estos controles y reglas tengan la eficacia y equidad necesarias tendrían que funcionar a nivel local, al igual que la asignación del agua, el acceso a ella y los derechos de cada uno de los usuarios. Todos los actores involucrados deberían tener posibilidad de negociar esas normas.

El tema del agua para la alimentación incluye múltiples actores y aspectos, porque las decisiones que hay que tomar a menudo tienen un alcance mayor que la sola producción de alimentos. Cuando se ve al agua como recurso se le asigna un precio, y desde el punto de vista del mercado del agua la agricultura es un usuario de poco valor, lo cual pone en riesgo a la población rural y suburbana que depende de la agricultura para su subsistencia.

Sin duda es una prioridad lograr un uso sensato del agua en todos los ámbitos y producir más alimentos sin aumentar la presión sobre el ambiente. Las experiencias muestran que los proyectos de regeneración de cuencas que tienen como primeros destinatarios a los grupos más desfavorecidos y hacen énfasis en la subsistencia tienen más posibilidades de vincular la producción de alimentos y la eficiencia en el uso del agua. Las tecnologías de bajo costo tienen en estas circunstancias un papel fundamental en el mejoramiento de las condiciones de vida de estos grupos.

El desafío para el futuro es no sólo hacer crecer la producción, sino hacerlo con menos agua y lograr al mismo tiempo equidad social y el mantenimiento de la capacidad de regeneración de la naturaleza y el ciclo del agua.

La reproducción de la vida depende directamente tanto del agua como de los alimentos, y el acceso a ambos no debe, de ningún modo, sujetarse a una relación mercantil. No olvidemos que la mayor debilidad de un país es depender de otros para alimentar a sus ciudadanos.

Laura López López

Marsella: El Agua nuevamente entre la Vida y la Muerte

 Elizabeth Peredo


Han pasado ya 15 años de la primera versión del Foro Mundial del Agua y 20 de la Declaración de Río. Durante esos años el Consejo Mundial del Agua liderado por empresas como Veolia, Suez, Cocacola, Monsanto y otras grandes transnacionales han desarrollado una visión muy sofisticada del agua, una visión que está fundamentada en el concepto de que el agua es un bien mercantil necesario para la vida y la ecología, funcional a los derechos humanos y a la sobrevivencia, por lo tanto… un gran negocio.

En todo ese tiempo, en lugar de mejorar el cuidado de las fuentes y acuíferos en todo el mundo la situación ha empeorado sustancialmente. Los equilibrios ecológicos necesarios para la supervivencia y la fluidez del ciclo hidrológico se han quebrado como nunca antes, debido a los procesos de agroindustria a gran escala, contaminación minera y proyectos de energía basados en la construcción de enormes hidroeléctricas, entre algunas de sus causas. Por su parte, las empresas están buscando cada vez mas ganarle terreno a la gestión pública y se siguen dando debates entre gestores públicos versus empresarios y diplomáticos corporativistas que intentan convencernos de que el papel de los privados es inevitablemente necesario para la gestión del agua. En estos debates y acuerdos de gobernanza global del agua pretende deslegitimar la gestión pública y fortalecer el concepto que fue desarrollado por el Consenso de Washington: el desarrollo y el cumplimiento de los objetivos del Milenio sólo serán posibles si existe una fuerte inversión privada, por lo tanto el desarrollo, los derechos humanos y los equilibrios ecológicos están librados a la suerte del mercado.
Este principio ha permitido construir un sistema especulativo de alto vuelo que ahora viene a reforzarse con el desarrollo de la economía verde que es más de lo mismo, pero pensado para crear mercados especulativos con un tinte verde añadido para dar la sensación de que se está protegiendo el planeta y con la intención, esta vez sí, de mercantilizarlo todo; no sólo el agua que tomamos y hasta el aire que respiramos sino inclusive el futuro del planeta. Aunque parezca ciencia ficción esto es posible así como ha sido posible que desde este Foro se hayan impulsado soluciones técnicas y corporativas escandalosas hace unos años y que ahora ya están puestas en práctica.
En La Haya el Foro Mundial del Agua de 2000 se propuso incentivar la creación de semillas transgénicas para “ahorrar agua” bajo del diagnóstico de que es la agricultura la que mayor agua usa en el mundo. Por entonces los activistas del agua reclamaron que esta solución se podía constituir en un crimen que podría afectar la salud de todo el mundo y activaron campañas para evitar las semillas transgénicas e incluir el principio precautorio sobre estas tecnologías. Hoy, las semillas transgénicas son parte del comercio mundial de alimentos y sus tecnologías e insumos; en esta semana Argentina se ha enorgullecido de presentar al mundo el patentamiento de una nueva semilla transgénica capaz de “ahorrar” agua en la producción de trigo, maíz y soya a nivel mundial.
Las cosas van mal porque han dejado las decisiones mas importantes sobre la vida y sobre el planeta a las corporaciones y a los gobiernos poderosos y desarrollistas que asentados bajo el principio de que todo se compra, se paga, se vende o se repara pagando, han llevado hasta los límites la imposibilidad de construir una sociedad solidaria, cuidadosa del medio ambiente y sobre todo respetuosa de un bien sagrado para la vida como es el Agua.
El Foro Mundial del Agua se ha negado sistemáticamente a apoyar en sus declaraciones el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento. En el Foro Mundial del Agua de México en 2006 fueron apenas 4 los países que firmaron una declaración por minoría exigiendo el derecho humano al agua entre ellos Uruguay y Bolivia. Sin embargo en las NNUU hace dos años no hubo ni un solo voto en contra de la Resolución 64/292 declarando el Derecho Humano al Agua y el Saneamiento, los países que se oponías sólo pudieron abstenerse de votar pero no explicitar su negativa a un evidente consenso generado desde los pueblos y desde los países que saben que este es un derecho inalienable para la humanidad.
Cómo es posible que sistemáticamente el FMA se niegue a este derecho y que en las NNUU se haya aprobado sin oposición hace dos años? Siendo que son los mismos países los que forman parte de las declaraciones ministeriales por un lado y de las Resoluciones y Conferencias por el otro? Por qué es que ahora que luego de ese paso tan importante en el sistema multilateral de las Naciones Unidas, el FMA no recupera el logro y más bien busca retroceder y aminorar las posibilidades de implementación del derecho humano al agua derivándolo a los procesos de privatización? Es más, ahora el FMA está decididamente enfocado a incluir el agua en “todas sus dimensiones económicas, sociales y ambientales en un marco de gobernaza, financiamiento y cooperación”… como afirma su declaración emitida ayer y forzada a pesar de la protesta de algunos países.
Mientras tanto, miles, sino millones de experiencias e iniciativas de gestión social y solidaria, experiencias exitosas de gestión publica están dirigidas a significar el agua como un bien común, un bien no mercantil para la vida.
Las políticas y visiones promovidas por el Foro Mundial del Agua no están a la altura de los desafíos que plantea y el planeta y los dilemas de la humanidad y por el contrario están condenando la gestión del agua a su manejo por los poderes corporativos incapaces de priorizar la vida, preocupados mas bien de cómo seguir extrayendo ganancias hasta de donde no hay, desde sistemas financieros, especulativos hasta sistemas de litigios cobijados en las instituciones financieras internacionales.
Considerando el extremo agotamiento de la naturaleza, de los bienes comunes y el desbalance ecológico producido en el planeta, es indispensable que la gobernabilidad del agua deba quedar fuera de las manos del Consejo Mundial del Agua y ser construida desde los consensos de los ciudadanos, de los pueblos y del interés público. Por ello es que los Movimientos sociales en Marsella están proponiendo que sean las NNUU las que convoquen a un Foro Global del Agua, que lideren un proceso que posibilite tal vez escuchar las voces de la gente para pensar en el agua como un bien común para la vida. Lo cierto es que las organizaciones sociales y la gente de a pié están pidiendo que se refuercen los sistemas locales y que se contribuya a un ejercicio efectivo de la vigilancia social y comunitaria para asegurar que su gestión sea social, democrática y solidaria.
Se dice no sin razón que “Miles han vivido sin amor, ninguno sin agua” (Auden). Nosotros añadimos desde este Foro…”Sin Amor, sin Empatía ni Solidaridad, será imposible asegurar que el agua llegue limpia y segura para todos…”
Elizabeth Peredo es psicóloga social, escritora activista por el agua, la cultura contra el racismo.
Escrito para FAME, Marsella, 2012

Foro Alternativo del Agua

Paralelamente a la celebración en Marsella del VI Foro Mundial del Agua, se lleva a cabo el Foro Alternativo Mundial del Agua, en el cual pueden expresarse quienes no comulgan con el Consejo Mundial del Agua y las políticas oficiales al respecto.

Es importante que se conozcan los análisis y propuestas de quienes en todo el mundo están trabajando organizadamente por proteger el agua de la voracidad de las trasnacionales.

Foro Alternativo del Agua abre sus puertas con protestas por represas

MARSELLA, Francia — El Foro Alternativo Mundial del Agua abrió sus puertas el miércoles en Marsella con reclamos por la gestión pública del agua y denuncias contra las grandes represas, como la de Jirau en Brasil, a las que consideran «nefastas para las poblaciones locales y para el ecosistema del planeta».

Unos 2.500 ecologistas y defensores de los derechos humanos de todo el mundo se dieron cita en esta ciudad del sur de Francia para participar en el FAME, que se celebra paralelamente al Foro Mundial del Agua, donde participan sobre todo responsables gubernamentales y líderes de grandes empresas del agua.

El Foro Alternativo Mundial del Agua busca «avanzar en la implementación del derecho humano al agua a nivel nacional y regional», proponiendo «formas públicas en la gestión del agua que se contraponen a la privatización de la gestión del agua impulsada por el Foro oficial», anunciaron sus organizadores.

Antes de la inauguración oficial del Foro Alternativo, un centenar de activistas demostraron su oposición a algunos de los grandes programas que se proponen en el «Foro oficial» para aliviar la presión sobre el agua dulce, que está en aumento debido al cambio climático y al incremento de la población en el mundo.

Simulando un río que representa la vida y una gran represa inflable que inunda las tierras y mata a la población y al ganado, los activistas denunciaron sobre todo «la construcción de embalses», en una peculiar y colorida protesta celebrada en una céntrica estación de metro de Marsella.

Los militantes de las asociaciones Ecologistas en Acción e Ingeniería sin Fronteras explicaron a la AFP que habían buscado, con su «performance festiva», llamar la atención «sobre el impacto social y en el ecosistema de la construcción de grandes embalses como los que están proyectados en la Patagonia chilena».

Esos embalses «son proyectos sumamente costosos, que inundan grandes extensiones de tierras cultivadas y bosques y suponen la destrucción irreversible de aldeas enteras y de los medios de subsistencia de millares de personas», explicó a la AFP la española Lidia Serrano.

«Además, no son proyectos ‘verdes’, como dicen sus promotores, sino que aceleran el cambio climático», agregó la activista que participó en la protesta, en la que militantes agitaban pancartas donde se leía: «El agua, como la vida, no es una mercancía».

El acto en el centro de Marsella fue organizado en ocasión del «Día mundial de los ríos y contra de las represas», proclamado por la organización Amigos de la Tierra, y para coincidir con la apertura del FAME.

«Será un adelanto de lo que va a ser debatido en estos próximos tres días en el FAME», dijo otro militante ecologista, que llamó la atención sobre la represa de Jirau.

Esa represa, «que está siendo construida por GDF Suez (del que el Estado francés es accionista en un 36%) sobre el río Madeira en Brasil, es un proyecto «colosal, que amenaza varias comunidades locales y sus medios de subsistencia», dijo el activista de Amigos de la Tierra.

«En vez de eso, existen otras técnicas que permiten producir una energía que responda a las necesidades de la población, como la energía solar térmica, geotérmica, eólica», señala por su parte la asociación «Un solo planeta», presente en el Foro Alternativo del Agua.

El FAME llamó por eso a las grandes instituciones financieras multilaterales, como el Banco Europeo de Inversión, a «reorientar sus inversiones hacia alternativas más respetuosas de las personas y de los ecosistemas», en vez de «financiar grandes embalses cuya producción está destinada sobre todo a fines industriales».

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Las tierras de las comunidades indígenas de la cuenca también se han erosionado

La Casa Comunal de San Pablo Etla fue sede de la 32ª asamblea del FOA, el pasado 9 de marzo. Entre otros asuntos, se informó de los avances en los trabajos del Plan Común y se amplió la información general que había sido presentada en la asamblea anterior. Se expuso a detalle en qué consiste el proceso del Plan y se subrayó la importancia de la participación de todos.

Después se mostraron algunos mapas con resultados preliminares de información geográfica y social de la cuenca, para dar idea de las interesantes posibilidades de análisis de datos que ofrecen estos modernos sistemas. Alfredo Saynes, coordinador de Investigación del Plan Común, señaló en uno de los mapas que las zonas menos deterioradas corresponden a territorios indígenas.

Al respecto, Aldo González, de la secretaría de Asuntos Indígenas, comentó que esta situación se está modificando y que las comunidades indígenas de la cuenca también están sufriendo erosión; dijo que esto es consecuencia de cambios de uso del suelo y de formas de manejo inducidas externamente.

Es muy importante que las comunidades de la cuenca se expresen y den a conocer los cambios significativos en su entorno natural. Nos interesa particularmente conocer su visión, así como la de las mujeres. De ahí pueden derivarse propuestas decisivas. Seguiremos trabajando en ello, queremos que éste sea en verdad un plan de todos, un plan común.

Talleres: buen uso y manejo del agua en la ciudad de Oaxaca

TALLERES: BUEN USO Y MANEJO DEL AGUA EN LA CIUDAD DE OAXACA

Cuando pensamos que casi ¾ partes de la Tierra son agua, nos parece difícil entender que se hable de escasez. La realidad es que de toda la que hay en el mundo sólo una pequeñísima parte puede utilizarse. Podríamos decir que si toda el agua del planeta equivaliera a un vaso grande, sólo podríamos usar unas cuantas gotas.

De esa agua disponible 70 por ciento se usa en la agricultura y más de 20 por ciento en la industria, de manera que el agua para uso humano es una cantidad muy limitada. No obstante, si esta agua la cuidáramos y la utilizáramos bien sería suficiente para todos.

Entre los principales problemas actuales con el agua están la contaminación y el desperdicio: buena parte de los cuerpos de agua están contaminados en diversos grados por los drenajes y eso disminuye gravemente la cantidad de agua limpia disponible. Por otra parte, la facilidad de tener agua con sólo abrir una llave ha llevado a un uso poco eficiente de la cantidad con que contamos.

El Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca, en colaboración con la Casa de la Ciudad y como parte de los eventos por el Año del Agua, impartirá cuatro talleres para ofrecer a distintos grupos de particulares y a negocios establecidos en la ciudad de Oaxaca información que les permita hacer un uso eficiente del agua, así como medidas prácticas y sustentables para incrementar su disponibilidad y evitar su contaminación excesiva.

22 de marzo:                       Casas habitación (uso doméstico)

23 de mayo:                        Hoteles, restaurantes, lavanderías, lavado de autos

 

19 de septiembre:            Negocios altamente tóxicos: talleres mecánicos,

revelado de fotografías, salones de belleza,

aplicación de uñas postizas

 

7 de noviembre:               Constructores, arquitectos, estudiantes de arquitectura

Todos los talleres serán de 4:00 a 8:00 p.m.

Sin costo, cupo limitado.

LUGAR: Casa de la Ciudad, Porfirio Díaz 115, esq. Morelos. Centro, Oaxaca.

OBJETIVOS:

  • Informar a los distintos grupos seleccionados sobre la problemática del agua en la ciudad.
  • Contribuir a mejorar la participación y responsabilidad de la población de Oaxaca en la solución de los complejos problemas del agua.
  • Analizar con cada grupo las particularidades de uso y contaminación del agua según la actividad económica que realizan.
  • Dar recomendaciones y ejemplos de tecnologías alternativas concretas y de bajo costo para hacer un buen uso del agua, aprovechar el agua de lluvia y evitar su contaminación excesiva.